Tensiones de tesorería, iliquidez, problemas de liquidez...
Los nombres son muchos, pero al final todo se puede resumir en una frase: dinero insuficiente para hacer frente a los compromisos de pago de la empresa.
Es algo que vemos cada día con nuevos clientes.
Dos de cada cinco empresas que se ponen en contacto con nosotros o nos contratan lo hace para que les ayudemos a solucionar sus tensiones de tesorería.
Los motivos suelen ser los siguientes:
Excesivas diferencias temporarias entre los plazos de pago y cobro sin la estructura financiera necesaria para soportarlas.
Dependencia excesiva de endeudamiento a corto, lo que encarece las operativa de la empresa. Se ve mucho cuando la estrategia financiera de la empresa se "monta" sobre la marcha.
Apalancamiento excesivo o mal negociado, que exige unas amortizaciones mensuales superiores a la capacidad real de pago de la empresa.
Estructura financiera inexistente que obliga a la empresa a "trabajar a pulmón" cuando no debería.
No están todas las causas de iliquidez pero sí las más habituales y que engloban más casos particulares distintos... y, como habrás visto, siempre están de un modo u otro relacionadas con la financiación.
Es normal.
Si la estructura financiera de tu empresa no trabaja a tu favor sino que lo hace en tu contra, tienes un problema serio.
Si quieres empezar el año con buen pie, empieza por mejorar la estructura financiera de tu empresa...